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Catrina. Ana Manota necesita entre 6 y 7 horas para caracterizarse. / HOY

Al cruzar la puerta del centro de estética de la calle Hernán Cortés 25 de Campanario uno no sospecha que le pueda recibir el mismísimo Jack Sparrow, una princesa Disney, Bob Esponja, un muerto viviente o una Catrina recién llegada del más allá mejicano. Todo es posible porque la imaginación de quien protagoniza todos estos personajes no tiene límites. Es Ana Manota, una profesional de la estética que ha decidido volcarse en otra de sus pasiones, el mundo de la caracterización. No tiene mejor forma de ocupar su tiempo libre que creando sobre su propio cuerpo los diseños que primero hace sobre un papel y que, después, va esbozando sobre su pecho y su cara. Todo comenzó durante los meses de confinamiento por la pandemia, cuando esta campanario dedicado al maquillaje social ya hacer uñas de todo tipo, se vio obligada a cerrar temporalmente su negocio. «Para no perder la práctica de uñas comencé haciendo dibujos en», explica. Se atrevía a plasmar, por ejemplo, a Mickey Mouse sobre una diminuta uña. Fue entonces cuando le picó el gusanillo de trasladar esos dibujos a la cara. Y el resultado no pudo ser mejor.

Pero es, además, desde hace unos meses, ese lienzo que pinta sobre su cara dando a vida a cualquier personaje que se proponga, se ha hecho cada vez más grande, atreviéndose con los dibujos corporales o 'body painting'. Para ello necesita jornadas que suelen durar entre 6 y 7 horas.

Ahora que se acerca Halloween, pone en práctica algunos de sus diseños favoritos, como son calaveras o zombis, o personajes salidos de la película Pesadilla antes de Navidad, entre muchos otros. Incluso, se ha atrevido con la serie que está arrasando en las últimas semanas, como es El Juego del Calamar. Ana se dispone a hacer su última creación para ir calentando motores de cara al Día de los Muertos. Despliega un arsenal de pinceles y botes de pinturas y un pequeño recipiente con agua. «Son pinturas especiales que se activan mojando el pincel en el agua, pero que se quitan muy fácilmente, también con agua. Lo primero es ir realizando un lápiz los contornos de la Catrina. Después, va rellenando poco a poco esos dibujos hasta que, como por arte de magia, empieza a cobrar vida cada personaje, después de haber dado forma al fondo. Remata creando las luces y sombras que dan el toque realista a su obra de arte. La Catrina ya está lista para desfilar por las calles de Campanario este próximo Halloween.